Y esta tarde por mis venas
Un río de ajenjo
Des-pa-cio-sa-men-te
Corre
Como la savia por las venas
De un Baobab.
Casi puedo escuchar
El estallido de mis verdes células
Nerviosas.
Sé que no seré más
Que un bosque de marchitas euglenas.
Un tiovivo que no gira,
Spirogyra caduca sin motor.
He caído desde el vértice
En la vórtice del desaliento,
Me ha engullido la vorágine
Desasosegante del dolor.
Fluye sin caducar dentro de mí
El acíbar
Como si fuese el flujo
En los antiguos ríos
Del reino de Babilonia.
Una maratónica horda
De amargura
Me agota con su angustia,
Y estrecha el angosto pasadizo,
Hace un nudo en mi garganta,
Y ¡coño! ¡Me duele!
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