Y es siempre lo mismo
Cuando Santo Domingo
Va quedando
A mis espaldas
Y un espacio
Inaccesible,
Abrupto, impío
Se va interponiendo
Entre el último beso
Que nos dimos,
En mis labios va iniciando
Un nocivo proceso
De deshidratación,
Es la misma sensación
Cada vez
Que voy alejándome
Del confort
De tu cuerpo reconstituyente
Para mi alma y mi psique.
Siempre me pasa lo mismo,
Mi mirada se disipa
En la orografía que pasa
Por la ventana infinita
De mis insomnes pupilas.
Cada vez
Que me separo de tu risa
Y Santo Domingo mantiene
Entre sus murallas,
Circunscrito
Tu cuerpo y corazón,
Voy ardiendo
En vehementes llamas
Que acabarán minando
Mi existencia
Y su razón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario