Como si fuese
El justo de Lot,
Bajo la sombra
De mi tejado.
Me sentaré
Bajo el dintel
De mi puerta
A esperar.
Sin edredones,
Para con artes
De prestidigitador
Desmadejar
Cual Penélope.
Que llegue uno
De los ángeles de Sodoma,
Que en el cofre
De mi pecho
Tengo espacio
Para hospedar.
Y una vez
Puertas adentro,
Clausuradas
Las entradas…
En aquel entonces
Se desplegará
Para cada una
De sus papilas gustativas,
Un catálogo
De sabores.
Banquete
Pantagruélico
De delicadezas
Sin clasificar.
Y en sus once
Papilas caliciformes
Estará vedado
Para siempre
El sabor amargo
De la soledad.
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