Que anhelo ver abiertas
De par en par
Y constelación de perlas
Bandada de luminosas estrellas
Me estremecen el interior
Por eso yo quisiera
Recostar mi cuello
En el diván del mar
Y que tú
Un día de febrero
Emerjas desde el este
Con una potencia
De más de diez mil soles
Y te expansiones
En el mediodía
De mi ser
Iluminando mi carne azul
Y provocando
Las hondas sonoras ondas
Que me hagan reverdecer
Por dentro
Y que provoques
En el acantilado de mi pecho
El mítico estruendo
Que hizo
Sucumbir
A la Atlántida.
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