En este teatro de mi cabeza
Se repite vez tras vez
La escena:
Tus ojos se encuentran
Con mis ojos.
Y entonces comienza la danza
A abrirse ante mis pies.
Somos grullas en Hokkaido,
Sutiles libélulas volando
Hacia la infinidad.
Y son mis manos
El río placentero
En donde tus semillas
Arrojas para la perpetuidad.
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