Profundo en ti,
Pero no por vanagloria
De que habiten en mi
Incoloros peces sin ojos
Como en la región abisal
Sino para operar junto a ti
Este sonar del deseo
Con el que registrar las fronteras
Más recónditas de nuestro interior.
Predigo que los dos
Juntos y maduros
Nos abandonaremos
Cual cotiledones caedizos
En el vientre del placer
Y de allí
Sin pasiones que hagan
Entornar los ojos
Veremos el fluir del río
Ante nuestra vida
Vuelta una
Indefectiblemente pasar.
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