Ya el horóscopo me lo había advertido:
Tu boca inflamable era peligrosa
En este enorme depósito
De soledad que me atascaba
La garganta y el misterio,
Tu voz era seductora de más
Y hacía volver estrella fugaz
Este caracol dormido
Que llevo en mi pecho.
Ya el horóscopo me lo había advertido:
Por más diques que se pongan
Los ríos se desbordan
Siempre hacia la mar.
Por eso cuando me lancé
Cual languideciente moribundo
A las aguas de tu vida
Estuve a punto de perecer
Pero me salvó la ternura
Que me ataba a ti
Como si fuese hilo de seda
De la china imperial.
Entonces me enredaste entre tus manos
Y me tejiste y me bordaste
Me zurciste me amarraste
Me envolviste me ataste
Con tus pechos con tus brazos
Con tus besos con tus labios
Y ahora
Que he venido a dar a la mar
Aquí me sumerjo eterno
Hasta sucumbir si fuera posible
Por tu amor.
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