A pesar de que no me acompañan
La juventud y la belleza,
Según tu percepción,
Te muestro mi capacidad sublime
Y mi grandeza de corazón,
Diciéndote que no tengo
Rencor en mi interior.
Tu incontinencia y el deseo
Desenfrenado de estar
Con otras gentes estropeó,
Indudablemente,
La capacidad que yo tenía
De amarte,
Ahora me hará falta
Un tiempo a solas,
De forma que ese amor
Pueda ser dedicado
A la reparación de mi interior,
Y ser entregado como ofrenda,
A un ser que sí comprenda
La importancia que tiene
La confianza,
El afecto
Y la ilusión.
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