Hoy mi desfavorecido pecho
Es un bosque de pinos
Consumido
Por las llamas.
Todo comenzó cuando tus ojos
Y tu boca esparcieron
En mi cuerpo
Su flama.
Y yo me rendí como un esclavo
Que se rinde voluntariamente
Ante su ama.
Como un enfermo que mortalmente
Se postra para siempre
En su cama,
Quiero saber qué vas a hacer
Con este pobre corazón
Que te reclama.
Si no escuchas mi voz desorientada
Cuando agónica
Te llama.
Y no ves que el fuego
De mi corazón
Es por lo mucho
Que te ama.
Hoy mi corazón
Es un solitario árbol de pino
Envuelto
Entre tus llamas.
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