Cuando conmigo estabas
Mis dos manos eran diestras
Y florecían en mi camino
Los ikebanas,
Las nubes eran estrado
De mis pies
Y las estrellas mi destino
Alumbraban.
Cuando conmigo estabas
Mis dos pies eran de hiedra
Y mis brazos fecundamente te abrazaban,
Mis labios fueron raíces
En donde imprimiste tus pisadas,
Mis dos manos eran diestras
Y florecían en mi camino
Los ikebanas.
Cuando conmigo estabas
Mi corazón era cálido
Y sonriente era mi cara
Mi pecho servía de nido
A la ilusión y tu mirada
Regía el curso peregrino
De mi corazón y mi alma,
Mis dos manos eran diestras
Y florecían en mi camino
Los ikebanas,
Cuando conmigo estabas
Florecía con frutos grandes
Mi árbol de la esperanza,
Impetuosas fluían las fuentes
Que alumbraban mi confianza,
Y el sol llenaba de luz
La habitación de mi alma,
Mis dos manos eran diestras
Y florecían en mi camino
Los ikebanas.
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