Me contemplé en el espejo
Y me di cuenta de mi realidad.
Me contemplé en el espejo
Y descubrí que no era más
Que una ínfima partícula
Del polvo cósmico de la creación.
Entonces escruté en mi ombligo
Y pregunté en mi ausencia:
¿Cuál es el sentido de mi existir?
Si no es perfumar el espacio,
ínfimo, pero mi espacio
En donde me encuentre,
Ya sea en el séptimo cielo,
O ascendiendo la espiral de las nirvanas
O en las puertas mismas del averno.
¿Cómo te voy a conocer?
Si siempre estás de espaldas
Ante el espejo.
Siempre tu mirada se centra
En otra dirección,
Y a mi me dejas como si fuese
Algo menos que la ínfima partícula
Del polvo cósmico
Que revoluciona la existencia
De tu vida en mi planeta.
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