Maldito sea con maldición
El que cortó a traición
El cordón umbilical
Que me tenía prendido
De tu abrigo de mujer
Porque entonces me quedé
Como si fuese una isla
Perdida entre la neblina
Y apartada por las aguas
De la alta marea
Y empecé a sentir
En lo hondo de mi interior
Un cosquilleo desesperante
Que me impulsaba a mirar
Hacia todos lados y a proferir
Maldito sea con maldición
El que cortó a traición
El cordón umbilical
Que me tenía prendido
De tu abrigo de mujer
Porque mi espíritu empezó a volar
Como una mariposa nocturna
Sin encontrar nada
En lo absoluto donde reposar
Y espantar la enorme tristeza
Que me dejó la soledad
Que me dejaste prendida
En el alma rota
Y por eso he gritado
Mirando los lejanos suelos
Maldito sea con maldición
El que cortó a traición
El cordón umbilical
Que me tenía prendido
De tu abrigo de mujer
Porque de no haber sucedido
La fatal y azarosa desunión
De tu ser de mi ser
Aun estaría mi espíritu
Extasiado con tus ojos
Y no tendría pretextos
Para estar en esta hora
Mirando los elevados cielos
Como si fuera un poeta
Y gritando con desolación
Maldito sea con maldición
El que cortó a traición
El cordón umbilical
Que me tenía prendido
De tu abrigo de mujer.
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