Me sentí tan desconcertado
Cuando vi tu bello rostro
Que parecía como si estuviese
Viendo nevar en el desierto
Alarmado abrí mi boca
Y mis ojos parecían salir
Presurosos de sus orbitas
Confieso públicamente mi incapacidad
En analizar su rostro femenino
Me sentía obligado a creer
Que la atracción que sentía
Era algo sobrenatural
Y como las burbujas ingrávidas
Y llenas de muchos colores
Se niegan rotundamente a descender
Así me negaba a creer
Que tu rostro fuera tan especial
Pero permanecí observándote
Y decidí rendirme a tus pies
Porque sentía que mi ser
Ya no me pertenecía
No podía dar crédito a mis ojos
Entonces toqué tus mejillas
Y besé tus labios sin control
Percibí una sensación similar
A saltar de una nube
Con los brazos abiertos
Y caer en un lecho de plumas.
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