Cuando sientas el vértigo
De saberme cerca,
Has de reclinar
Tu cabeza y cerrar
Concomitantemente los ojos.
Cuando sientas el vértigo
De saberme cerca,
Has de comprender
Lo que se ha profetizado
En pasadas eternidades.
Cuando sientas el vértigo
De saberme cerca,
Mis labios se posarán
Como mariposas en llamas
Sobre el adorno opulento
De tu carne adorada.
Yo, dejaré de ser una promesa
Suspendida en el aliento
Y me derramaré,
Como si fuese el espíritu santo
Sobre tu universo,
Hasta que se abran
De par en par cada uno
De tus cielos
Y se escuche tu gemir
En lenguas angelicales
E insondables
A los cuatro costados
De tu cuerpo.
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