Mi vida ha venido a ser
Semejante a un juego de ajedrez
Porque tú te has vuelto
La reina absoluta
Del palacio de mi mente
Porque llegas cuando gustas
Y te marchas cuando quieres
Y transitas libremente
En cada uno por igual
De todos mis laberintos
Sin tomar siquiera en cuenta
Que yo soy un hombre
Y por tanto un ser humano
Con sentidos y corazón
Porque haces con mi cuerpo
Con mi mente y con mi espíritu
Lo que te da la gana
Y por eso quiero renunciar
A todo lo que recuerde
Tu figura y tus ojos
Porque a pesar de que te amé
Con la agonía lenta
De un agónico moribundo
Hoy tú te has convertido
En la reina de mi ajedrez
Tan absorbente y autoritaria
Que no me dejas tiempo
Ni siquiera para amarte.
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