Si me hubiera tocado la suerte
De nacer en otro país
De seguro habría perdido
La excelsa bendición de tus ojos
Que es medianamente comparable
Con el refulgente sol de la mañana
Y no habría percibido
Tus pechos femeninos
Tan graciosos y esbeltos
Como los es una palmera.
Lo más seguro es que estaría
Hambriento y harapiento
Sin la beneficencia gratuita
De tus caricias de mujer
Que a mi entendimiento son semejantes
Al aleteo de un ángel
Y de seguro no habría sentido
La experiencia refrescante
Que siento al beber de tus labios
Tan sensuales como tu caminar.
Por eso amaré esta tierra
No por nacer yo aquí,
Si no por nacer tu aquí
Y poder tener la experiencia
De encontrarte en mi camino.
Debo dar gracias al cielo
Por haberte encontrado
Y por percibir tu idoneidad
En el tiempo y en la justa medida
Tan solo en pensar
Que pude haber nacido
En un país extranjero
Siento un vértigo taladrante
Que hurga en mi corazón
Pero cuando percibo tus ojos
Y tu sonrisa de niña
Enseguida se disipan
Todos mis negros temores
Y siento la necesidad
De venerar cada día esta tierra
Elevando mis manos al cielo
Con un cántico de gratitud
Para dar eternamente gracias
A la diosa de la tierra
Que te engendró.
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