Con las pericias de un malabarista
Y con la destreza de un equilibrista
Caminaba por mi vida libremente
Todo lo disfrutaba felizmente
Siempre portaba en mi faz una sonrisa
En mi agenda no existía la prisa
Hasta que llegaste a mi destino
Desviando por completo mi camino
Cuando vi tu rostro aniñado
Me quedé como un tonto pasmado
Y me entretuve tanto en tu figura
Que todo lo demás lo creí basura
Me acostumbré tanto a verte
Que ya empezaba a quererte
Y como un zonzo me distraje
Viendo tu cara y tu ropaje
Pensé que ni ángeles celestiales
Y ni siquiera demonios infernales
Podrían separarme de tu amor
Hoy, me arrepiento con dolor
Quise saber el misterio de tu caminar
Pero con tus luces me quisiste exterminar
Pensé que eras la llama encendida
Que buscan todos en la vida
Llegué a considerarte tan maravillosa
Como la fantasía más prodigiosa
Cuando caminaba detrás de tus pisadas
No veía más que el sendero que dejabas
Ante la fastuosidad de tu fulgor
Me incliné a adorar tu esplendor
Y fue tanto lo que estuve arrodillado
Que mis miembros se han atrofiado
No sé si deba siempre maldecirte
O con más fuerzas bendecirte
Porque creí tu amor tan imprescindible
Que lo comparé a mi combustible.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario