Era una moderna cenicienta
Y pasó un día por mi habitación
Tenía solitario el corazón
Pero poseía carácter y firmeza
La amé con devoción
Para llenar su corazón
Que estaba muy malherido
Pero sonaron las campanadas
Y se marchó montada en un coche
Cuando era la medianoche
Ni siquiera me dejó una zapatilla
Para buscarla por todo el mundo
Y tenerla de nuevo entre mi pecho.
Esa pobre cenicienta ser marchó
Quizás por vergüenza o por temor
Su corazón resquebrajado
Necesita reparación
Era cándida y tímida a la vez
Su rostro parecía el sol de la mañana
Apenas empezaba a ser mujer
Cuando sonaron las campanadas
Y se tuvo que marchar
Desde esa noche la busco
Incansablemente y sin desmayar
Espero de nuevo encontrarla
Y hacerla de nuevo feliz
Si alguien la llegare a ver
Díganle que aun estoy aquí
Y que estoy siempre en su espera
Para que juntos destruyamos los relojes
Y que cesen las campanadas
Y vivir juntos para siempre
Y paralizar el tiempo
Y construir un sueño
Del cual los dos seamos dueños.
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