Tenía quince años,
Nunca supe su nombre
Y sus ojos de color café
Eran un tormento para mi espíritu,
Era muy bella,
Y sus pechos como espigas
Eran la inquietud de mi alma,
Su piel era como un pétalo,
Sus labios eran carnosos
Y hacían latir mi corazón,
Sus ojos eran de color café,
Y su voz como el cántico de una sirena.
Sus besos sabían a pura miel,
El vientre lo tenía suave,
Su perfil estaba siempre recto,
Su andar era de pavo real,
Aunque no llegué a saber su nombre
Sus ojos café inquietaban mi mente,
Era muy bella
Y sus uñas y dientes eran de marfil,
Era Venus encarnada
Y yo como simple mortal
Me dejé atrapar por su piel,
Ahora vive incrustada en mi
Y sus ojos de color café
Me persiguen por doquier.
Amo a esa muchacha
Aunque no sepa su nombre,
Solo sé que sus ojos café
Me arrebatan ante su presencia,
Confieso que quiero idolatrarla,
Quisiera rendirle culto
Hasta a el aire que transpira,
Esa muchacha de ojos café
Esta aminorando mi existencia,
Nadie puede ayudarme
Porque el amar es personal
Y aunque me hunda ahora
En el manantial de mis ojos,
La seguiré amando
Aunque no sepa ni su nombre.
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