Me detuve impresionado
Por las maravillas de tu pecho
En tu jardín de Circe
Y admirando como un loco,
Poseído de Venus
Y su voluptuosidad,
Y mi hambre de belleza
No reparé
En que las algas envolvían mi garganta
En que mis alas se enredaban
En tu fango de dolor.
Ahora que soy peor
Que Nabucodonosor,
Masticando solitario su hierba,
He perdido a mis amigos
Mi familia y mi tierra
Y solo estoy.
Hermes no me habla
Tampoco me habla la razón
Y en lo único que pienso
Es en la deslumbrante magia
De tu jardín perdido,
Es en disfrutar tu encanto
Que me lleva a la muerte
Por desolación.