Te propuse que mantuvieras
Tu carro junto al mío
En este campo de batalla
De Kurukshetra,
Que junto a mis blancos corceles
Caminaras
A mi vera,
Que bajo mi bastión
Mi bandera,
Fueras contra la desilusión
Y la pena.
Yo te abrí mi corazón
Para que vencieras
Los infieles pensamientos
Que te estrangulaban
Pero decidiste que la magia
No importaba y que tu alma
Acongojada
No pelearía la batalla
Y cuánta desolación
Se apoderó de mi alma
Porque tú
Con tus ojos tan tiernos
Habías renunciado
A mi magia.
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