Son tan estúpidas las palabras
Cuando se trata de describir
La excelsa belleza
De tu espíritu de mujer
Que al momento de decirte
Que eres tan hermosa
Como la luz matinal
Mi espíritu queda turbado
Y por eso he optado
Por mutilar mi envanecida
Y torpe lengua
Para de esta manera
Guardar una alta reverencia
Ante la vasta magnitud
De tu sonrisa de niña
Y si puedo sobrevivir
Algunos días ante tu cuerpo
Sin morir de éxtasis
Asegúrate de despertar
Mi alma adormecida
Con tus besos de mujer
Porque yo se que las palabras
Se vuelven tontas y soeces
Cuando se trata de describir
Tu nobleza de espíritu
Y lo magnamente bello
De un ser atractivo, exquisito
Y tan seductor de mí
Como si fuese un imán
Ante partículas de fierro.
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