Cuando mi espíritu languidece
En seguida aparece tu mano
En forma de algún hermano
Y mi espíritu restableces.
Porque yo sé que tú eres
El que sostiene mi vida
El que sana mis heridas
Y me llena de placeres.
Y por eso debo agradecerte
Por toda la eternidad
Porque aprendí de tu verdad
Y me libré así de la muerte.
Gracias te doy a ti Señor
Por sostener mi espíritu humano
Al mantenerme entre tus manos
Y librarme así del dolor.
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