Con la misma majestad
Con que un bisonte americano
Arremete contra su rival
De esa misma forma
Para mi mal
Me arremetió la soledad.
Indudablemente soy un mar
Y mis ojos son
Gigantescas claraboyas
Por donde impetuosas las olas
Amenazan con desbordar.
Anhelo que el aliento
De un dragón celeste
Me bese el pecho
Y me fulmine el corazón.
Que un meteoro descomunal
Me caiga por dentro
Y haga añicos
El remanente
De mi ilusión.
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