Yo no estoy pidiendo
Que Sathya Sai Baba materialice
Objetos que mitiguen
Mi utópica incredulidad,
Ni tampoco pido que el Mesías
Retorne invicto y victorioso
En su nimbo lleno de gloria
Y su brazo poseído de majestad.
Lo que quiero es que tu caricia
Cabalgue por mis mejillas
Como si fuesen caballos árabes.
Quiero
Que me galopen tus manos y labios
Los más recónditos rincones
Del ser.
Cada vez
Que en la superficie de mi cuerpo
Cae una gota de tiempo
Siento que su onda expansiva
Me marchita, me doblega.
Me siento Hiroshima
El seis de agosto del cuarenticinco,
Me siento ciudad de México
En septiembre del ochenticinco.
Ay, ay, ay
Como ha quedado desolada
La ciudad populosa,
Quiero
Que tus manos galopen
Mis mejillas
Como si fuesen caballos árabes
Quiero
Que me cabalguen tus manos y labios
Los más recónditos rincones
Del ser.
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